2020
Año Internacional de la Enfermería
Año Internacional de la Sanidad Vegetal
Por Ana Lanza para Arte y Cultura
27 de abril del 2020 *
Hace menos de 30 días comenzamos la cuarentena, cuando inició, yo tenía la tintura recién hecha, ahora tengo 1 cm. de raíces, y muy a mi pesar estoy segura que voy a verme con no menos de 5 cm… ¡que largo va a ser esto!
Pensar que hace pocas semanas algunos compañeros de taller literario me decían: no creo que empecemos en la fecha lógica el taller, con esto de la pandemia me parece que vamos a empezar dentro de un par de meses. Estábamos a principio de marzo, y yo dije, rogando estar equivocada, hasta fines de agosto o septiembre no creo…
Ahora, todos los días mientras desayuno mis mates me entero más o menos de las novedades, según se trate de un informativo o un “deformativo”, un ratito, nada más para no contaminar mi mente, y me dedico a otra cosa.
En circunstancias como esta quedan de manifiesto las virtudes y las miserias humanas, aquel que habiéndose enterado de que su inquilina era enfermera le condonó la renta de dos meses y, los otros, los que ponen carteles en el edificio en el que viven exhortando a mudarse a algún vecino porque se enteraron de que es trabajador de la salud, (como si nunca fueran a enfermar y/o necesitar cuidados especiales).
Los que no cumplen la consigna y atacan a los representantes de la seguridad que le ordenan no circular sin permiso especial y regresar a sus casas. No faltó quien atacara físicamente al personal policial. Pero, también, algún policía agredió a un anciano que estaba donde no debía, (un impaciente con la vejez como si nunca fuera a llegar a viejo).
A la noche, el aplauso en los balcones nos pone en contacto con vecinos, hasta ahora casi desconocidos, que nos preguntan si estamos bien, si necesitamos algo, y si así fuera que contemos con ellos, una caricia para el alma.
Otros vecinos cuando les contamos que el movimiento de patrulleros de la noche anterior se debía al suicidio de una joven mujer, en tratamiento por depresión, nada que ver con el corona, nos sorprende con: ¿“No tendría el virus, no?
¡NO, NO TENIA EL VIRUS, ERA UN SER HUMANO QUE SE MATO!
Esto nos va a cambiar, sin duda alguna, tal vez los cambios sean los que hacen falta, reencontrar los valores, respetar al otro, comprender nuestra ENORME PEQUEÑEZ, humanizarnos.
Mientras tanto en las calles del mundo caminan libremente los seres que nosotros creemos que no razonan y llamamos animales. Se acuerdan de: la cucaracha ya no puede caminar porque no tiene la patita de atrás…
Yo sigo imaginando ¿cómo se quiebran las patas? ¿Protuberancias? del covid19 mientras canto
El coronavirus ya no puede enfermar Porque no tiene con qué carajo atacar…
*Enviado el 17 de abril del 2020
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